• Nutre tu cabello diariamente.
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    Nutre tu cabello diariamente.

    Un cabello brilloso es un cabello sano, el primer paso importante es mantenerlo nutrido y cuidado. Esto significa un shampoo suave y un acondicionador rico y humectante para alisar la cutícula del cabello

  • Busca los aceites esenciales.
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    Busca los aceites esenciales.

    Nunca menosprecies el poder de un aceite cuando se trata de tu cabello. Pero no cualquier aceite, los aceites de macadamia y semillas de granada tienen grandes propiedades. Encuéntralos en nuestra línea Dove Advanced Hair Series Pure Care Dry Oil, especialmente creados para nutrir tu pelo y dejarlo cinco veces más sedoso

  • Prueba un tratamiento con aceites.
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    Prueba un tratamiento con aceites.

    Para un cabello extremadamente brilloso, da un paso adelante y prueba un aceite para el cabelllo, como nuestro óleo nutritivo Pure Care Dry Oil que contiene aceite de macadamia africana, su fórmula ligera es absorbida profundamente por el cabello reseco dejándote un cabello suave sin efecto grasoso ni aplastado

  • Cepilla tu cabello a diario.
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    Cepilla tu cabello a diario.

    Cepillar tu cabello ayuda a distribuir los aceites naturales que produce tu cuero cabelludo para que tu cabello esté cubierto de la raíz a la punta y naturalmente brilloso

  • Cuida tu dieta.
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    Cuida tu dieta.

    Tu dieta juega un gran papel cuando se trata del estado de tu cabello. Los alimentos con ácidos grasos, icluyendo el Omega-3, como el pescado graso pueden ayudarte a surtir las reservas de grasa de tu cabello y aumentar el brillo

  • No olvides el acondicionador sin enjuague.
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    No olvides el acondicionador sin enjuague.

    Para el cabello más brilloso asegúrate de mantenerlo humectado entre lavadas con un acondicionador sin enjuague