Tu y tu pequeño probablemente habrán encontrado su propia rutina de cuidado para la piel del bebé. Es posible que en invierno, esta rutina tenga que ser ajustada. El clima frío y ventoso a menudo puede causar sequedad y grietas o incluso salpullido, especialmente en las partes del cuerpo expuestas a los elementos. Asimismo, la calefacción central aumentada puede secar aún más la piel.
Todo esto significa que tu bebé necesitará un cuidado más suave de lo habitual. Te compartimos consejos de algunos padres y de los científicos de Baby Dove, que ofrecen consejos útiles: