• 1
    Recuérdale a tu hija que es más que su apariencia

    Dile con frecuencia lo que valoras de él o ella. Si bien parece simple y quizá haya quienes no lo tomen en serio, puede ayudar a contrarrestar la infinita cantidad de imágenes de perfección que le llegan cada día

  • 2
    Háblale sobre lo que su cuerpo es capaz de HACER

    Las mujeres en general son más propensas a hablar de las cosas que están mal en nuestro cuerpo. En cualquier caso, pregúntale a tu hija o hijo  qué hizo bien su cuerpo esta semana. ¿Acaso corrió, bailó o tocó un instrumento? Ayúdale a darse cuenta de por qué su cuerpo es increíble, sin importar su aspecto

  • 3
    Enséñale alfabetización mediática

    Es difícil permanecer inmune a la perfección retratada en anuncios y los medios de comunicación. Lo que ves en una fotografía es a menudo una versión de la realidad mejorada con Photoshop


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