Para otros, como yo, existe una barrera adicional de discriminación basada en el cabello: ya sea una regla del manual de empleados que te pide tener tu cabello ‘arreglado’ en el trabajo o (como forma de discriminación más evidente) amenazar a los estudiantes con expulsarlos si no cortan sus rastas.
¿Te imaginas vivir en un mundo en el que te sancionan por la forma en la que crece tu cabello? ¿O qué tal existir en una sociedad en la que te juzgan por el color de tu piel? Este tipo de preguntas incómodas, son el tipo de preguntas que nos debemos hacer a nosotros mismos. Este tipo de conversaciones son realmente importantes.
Soy una modelo hijabi de talla grande, influencer y autora. Soy una mujer afroamericana con cabello afro debajo de mi hijab. Así que, como es de esperar, hablo mucho sobre la equidad y la inclusión desde mi plataforma. Estoy colaborando con Dove y la Coalición C.R.O.W.N. sensibilizar sobre la discriminación basada en el cabello y defender la diversidad a fin de que todas puedan tener la oportunidad de ser ellas mismas en un mundo que te dice que no puedes.
La primera vez que publiqué la historia de mi cabello y la forma en la que muchas mujeres afroamericanas no se sentían respetadas cuando se trataba de la textura y el estilo de su cabello, muchos de mis seguidores no entendían ni habían escuchado de estos problemas. Tuvieron un momento de revelación, porque a veces no somos conscientes de nuestros propios privilegios, y como dice el dicho, “Ojos que no ven, corazón que no siente”.
La discriminación basada en el cabello no es nueva. Seamos realistas, la discriminación siempre ha afectado a la comunidad afroamericana y los restos de esas injusticias aún perduran. En especial, cuando se trata de los cuerpos de las chicas afroamericanas, pues no se nos conceden las mismas libertades de expresión.
Crecí en Detroit y desde el principio supe que mi cuerpo, mi cabello y mi hijab estaban mal. La televisión, las películas e incluso las caricaturas ponían los estándares de belleza eurocéntricos por encima de cualquier persona que luciera como yo. La representación importa, pero yo jamás me vi reflejada en estas imágenes. Mi objetivo era ser hermosa con cabello rubio, ojos azules y piernas largas; como las chicas que veía en las películas.