• Piensa en tu bienestar personal
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    Piensa en tu bienestar personal

    El estrés adicional que experimenta la mayoría de las personas en este momento puede hacer que su piel reaccione y cambie de manera inesperada. Factores como la deshidratación, el aumento de la ingesta de cafeína, la falta de vitamina D y los cambios en la alimentación y los patrones de sueño pueden afectar lo que le sucede a nuestra piel y sobre todo en lo que segregan las glándulas de las axilas.

    Para ayudar a que la piel no sepa de estrés, se recomienda dormir de manera constante y adecuada y a beber más agua. Además, seguir una dieta balanceada es complementario para la belleza y el bienestar desde el interior.

  • Haz ejercicio
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    Haz ejercicio

    El aislamiento no significa la interrupción del ejercicio físico, piénsalo como una oportunidad para adoptar nuevas rutinas para mantener el cuerpo activo y proteger la salud mental. Tampoco se necesita un espacio muy amplio, si se eligen los ejercicios adecuados basta con el propio peso corporal para disfrutarlo.

    Cuando nos ejercitamos aumentan la generación de endorfinas en el cuerpo contribuyendo a mejorar el estado de ánimo, una manera de liberarte del estrés, mantenerte en forma y sentirme más feliz.

  • Cambia la forma en que te duchas
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    Cambia la forma en que te duchas

    Por mucho que amemos las duchas largas y calientes y los jabones en cantidad, en realidad hacerlo en exceso nos pueden quitar la fina capa natural de aceite de nuestra piel. Hay que prepararse para duchas más cortas y tibias, buscar un limpiador suave a base ingredientes humectantes que cumplan la función de limpiar y remover suciedad, pero también consientan a tu piel.

    Además, debemos "buscar ingredientes clave como la glicerina, caléndula, el aceite de semilla de girasol" en nuestros productos de cuidado personal.