Estar cómoda con mi cuerpo va de la mano con el momento en que acepté que quería ser cantante.
Yo me reprimía, pero la voz tiene que ver con quererse a uno mismo. Cuando decido hacer algo por mí es que me empiezo a gustar más, a darme valor. Dejar de exigirme e idealizarme.
Los gordos somos demasiado discriminados. Verme representada o identificarme con mujeres en los medios me ayudó y me construyó un montón. Con el tiempo, empecé a mirar a mi alrededor y darme cuenta que la realidad es la diversidad corporal, que todos y todas somos diferentes y que está bien que así sea.
Es importante que reflexionemos, nos cuestionemos. ¿Por qué me tengo que parecer a alguien? Enfocarme en las cosas que me hacen única, como mi voz, como mi pelo, es parte de lo que me ayudó en este proceso de aceptación.