• Usa la temperatura correcta para obtener una piel suave y tersa.
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    Usa la temperatura correcta para obtener una piel suave y tersa.

    Si tu rutina de baño suele consistir en baños calientes y duchas con vapor, quizá quieras pensarlo dos veces si tu objetivo es una piel suave y tersa como la seda. El agua caliente puede despojar a tu piel de su humedad esencial y dañar su capa protectora natural, dejándola seca y tensa. Opta por el agua tibia en lugar de la caliente para que tu piel se sienta lo mejor posible.

  • Haz espuma.
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    Haz espuma.

    Cuando se trata del cuidado de la piel, muchos de nosotros buscamos productos sensoriales que nos hagan sentir bien. Con Dove Care & Protect Body Wash, puedes proteger la piel de la resequedad sin renunciar a la higiene ni a una rutina de cuidado personal realmente agradable. Cuando se utiliza con una esponja de ducha, nuestra fórmula antibacteriana crea una espuma abundante y cremosa que nos encanta.

  • Disfruta de la fragancia.
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    Disfruta de la fragancia.

    Cuando pensamos en limpiadores antibacterianos y fragancias, no siempre pensamos en aromas agradables. Estamos aquí para cambiar eso con nuestros Care & Protect Body Wash and Bar, que protegen la piel de la resequedad. Limpio, fresco y floral, puedes contar con este gel de ducha para deleitar tus sentidos y dejarte la piel delicadamente perfumada y nutrida.

  • Disfruta de un momento exclusivo para ti.
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    Disfruta de un momento exclusivo para ti.

    Por último, pero no menos importante, después de la limpieza corporal completa, antes de salir del baño, tómate un momento para disfrutar de cómo te ha dejado tu rutina de cuidado personal: limpia, cuidada y protegida de la resequedad.


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