Conoce a Heather, una boxeadora de Brooklyn. A Heather le decían mucho que es "demasiado bonita como para pelear", pero su cara no tiene nada que ver con su forma de boxear. Luego tenemos a Jessica, a quien desde niña le decían que sólo las chicas delgadas pueden vestirse bien. Actualmente, ella es un ícono de la moda y usa su blog para mostrar que la talla no importa cuando se trata de estilo.
¿Qué tienen estas mujeres en común? Que se rehusaron a ser reprimidas por los comentarios que otras personas hacían sobre su apariencia, y esas sólo son dos historias extraordinarias de nuestra campaña más reciente.
En algún punto del camino, se ha convertido en norma juzgar a las mujeres basándose en su apariencia y usar su belleza en contra de ellas, de un modo que las limita. Lo vemos en columnas de chismes, conversaciones o en medios sociales. En las últimas investigaciones que hemos llevado a cabo, 7 de cada 10 mujeres afirman recibir más críticas o comentarios sobre nuestra apariencia que sobre nuestros logros en el trabajo.