En China, la habilidad de una mujer a menudo es secundaria a su apariencia, pero Jasmine no está de acuerdo. Dividir su tiempo entre Pekín y Londres le ha permitido ver a muchas amigas perseguir ideales de belleza inalcanzables e irrealistas en distintas culturas.
Pero cuando fundó una agencia con unos amigos, se dio cuenta de que la sociedad no prestaba suficiente atención a las habilidades de las mujeres. Fue entonces que decidió dejar de perseguir ideales de belleza y concentrarse en objetivos profesionales. Hoy, Jasmine se siente cómoda y confiada con su aspecto. Para ella, ser bella es tan importante como ser exitosa y tener confianza.