• 1
    Cuestiona tu mentalidad

    Para practicar la neutralidad corporal, se requiere un cambio de mentalidad. En lugar de enfocarte en lo que te desagrada de tu cuerpo, te pide que aprecies lo que puede hacer. Un ejemplo de neutralidad corporal: imagina que no te gusta la forma de tus piernas, en lugar de enfocarte en su apariencia.

  • 2
    Revalúa tu armario

    La neutralidad corporal sugiere que evalúes tu armario y te preguntes si tu ropa se ajusta bien y es cómoda. Si todos los días usas cosas que no se ajustan bien simplemente porque tienen una cierta talla en la etiqueta, esto puede hacer que te cohíbas. Elige ropa que se adapte bien a ti y te haga sentir bien.

  • 3
    Cuestiónate por qué haces ejercicio

    La neutralidad corporal significa disfrutar del ejercicio simplemente por los beneficios que ofrece. El movimiento recomienda que si disfrutas del ejercicio, es más probable que lo desees hacer y obtener beneficios de salud. La neutralidad corporal también sugiere que escuches a tu cuerpo y no te sientas obligada a hacer ejercicio si te sientes cansada o imposibilitada.

  • 4
    Deja de hablar sobre el cuerpo

    ¿Tienes amigas que estén obsesionadas con sus defectos percibidos, ya sea para hacerte sentir peor con tu cuerpo o para hacerte participar en una charla negativa? Si es así, considera cómo podrías redirigir estas conversaciones. Prueba hacer una transición que reoriente la discusión: “Prefiero enfocarme en algo que no sea nuestros cuerpos: ¿has hecho algo divertido recientemente?”

  • 5

    Come intuitivamente

    Para practicar la neutralidad corporal, aléjate de los sentimientos de culpa o vergüenza en torno a la comida. En lugar de eso, come alimentos que te hagan sentir bien, que te nutran y te den placer. La neutralidad corporal incentiva a los seguidores a estar en sintonía con los alimentos que funcionen mejor para sus cuerpos y les aconseja no negar los antojos, saber cuándo están llenos.

  • 6

    Ten paciencia

    Si te encuentras en la negatividad, detente y recuerda que los pensamientos negativos o indiscretos son simplemente pensamientos, no verdades absolutas. Decide reconocer esto y, en su lugar, concéntrate en las fortalezas de tu cuerpo.


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