Hazlo dos veces al día
Si solamente te limpias el rostro una vez por la mañana o por la noche, ha llegado el momento de intensificar la limpieza. La limpieza a primera hora ayuda a eliminar las células muertas y el exceso de grasa que se han acumulado durante la noche antes de que te apliques el tratamiento o el maquillaje, mientras que la importantísima limpieza nocturna elimina el maquillaje, la suciedad y cualquier contaminante que tu piel haya acumulado durante el día. Asegurarte de que tu rostro esté limpio, con la piel cuidada, tanto por la mañana como por la noche, también significa que los productos para el cuidado de la piel se absorben más fácilmente y pueden actuar de verdad, que es lo que todos queremos, ¿no?
Actúa con suavidad
La suavidad es muy importante, tanto con los productos que utilices como con la técnica de limpieza. La mayoría de los dermatólogos coinciden en que debemos utilizar agua tibia o fría (el agua demasiado caliente puede dañar la piel y resultar demasiado abrasiva), y limpiar suavemente la piel con los dedos o con una toallita húmeda (evita usar demasiada fuerza o energía).
Asimismo, elige productos que cuiden tu piel mientras la limpias, como nuestra barra de belleza Dove Beauty Bar, elaborada con ¼ de crema hidratante y limpiadores suaves. Y lo que es mejor, nuestra famosa barra se presenta en una variedad de fórmulas adecuadas para distintos tipos de piel. ¿Piel sensible? La fórmula sin perfume e hipoalergénica de nuestra barra de belleza Dove Sensitive Skin Beauty Bar es suave con la piel sensible. Todas nuestras barras de belleza tienen un pH equilibrado: suaves como el agua.
Incluye algún masaje facial
Nos apasiona hacer que el cuidado personal sea sencillo y accesible, y no hay mejor momento para incorporar un poco de cariño que durante una limpieza facial. ¿Por qué no aprovechar la oportunidad para introducir algunas técnicas de masaje facial mientras haces la limpieza? Masajear suavemente la piel ayuda a mejorar la circulación, lo que produce un efecto resplandeciente y rejuvenecedor en la piel, además de ayudarte a relajarte.
¿Uno de nuestros métodos favoritos para liberar tensiones? Coloca los dedos índice y medio entre las cejas y muévelos hacia fuera, a lo largo de la ceja, levantando a medida que tus dedos se deslizan (el limpiador debe ayudar a que los dedos se muevan suavemente). Eso sí, recuerda lavarte siempre las manos primero y quitarte las joyas, para evitar los gérmenes y que la piel se enganche.
Prueba con una limpieza doble
Si te preguntas cómo lavarte la cara de forma eficaz (quizá tengas la sensación de que tu rutina de limpieza actual podría mejorar), una doble limpieza podría ser la respuesta. ¿El objetivo? Limpiar a fondo y eliminar tanto la suciedad y las impurezas de la superficie como todo lo que se esconde un poco más profundamente. Es especialmente eficaz para quienes tienen la piel grasa o llevan mucho maquillaje y protector, o para quienes trabajan en zonas contaminadas (hola, urbanitas).
Pruébalo durante unos días. Si tu piel no responde bien (puede sentirse seca, tirante o incómoda, señales inequívocas de que deberías ir más despacio), puede que no sea para ti, pero es probable que tu piel te lo agradezca de verdad. Una vez limpia, sécate dando golpecitos con una toalla suave antes de aplicarte los productos de cuidado de la piel con normalidad.
Olvídate de las toallitas
Por si aún no lo sabes, las toallitas para el cuidado de la piel no son la mejor opción para la limpieza facial. Por desgracia, quizás no sean tan eficaces a la hora de desmaquillar o limpiar a fondo, y es posible que la sensación de arrastre por la piel no sea buena para la delicadísima zona de los ojos.
En lugar de eso, opta por métodos más sostenibles y que no dañen la piel, como nuestra Beauty Bar, una solución reutilizable en lugar de desechable que proporciona un cuidado de la piel suave y eficaz sin alterar la importante barrera natural de la piel.