Y, luego de hablar con 6,400 mujeres de todo el mundo de entre 18 y 64 años, concluimos que nuestra relación con la belleza es bastante complicada. De hecho, necesitamos trabajar en eso ya.
El dato más importante de nuestro primer estudio fue que solo el 2 % de las mujeres se describen a ellas mismas como bellas. La verdad sobre la belleza: revisada reveló que esto aumentó a un 4 %, y si bien esto comprueba que la aguja se mueve hacia la dirección correcta, todavía falta camino por recorrer.
¿Una de las barreras más grandes que evita que nos sintamos bellas? Nosotras. Más de la mitad de las mujeres del mundo se catalogan como sus peores críticos. Eso es 672 millones de mujeres en todo el mundo que no logran llegar a su máximo potencial de belleza. Para mostrar esto creamos dos videos Dove: Crítico interno y Amistades. Para Crítico interno nos acercamos a mujeres en la calle y les preguntamos cómo se sentían con sus cuerpos. Como era de esperar, les tomó mucho menos tiempo (alrededor de dos segundos, de hecho) decir las cosas que no les gustaban sobre su cuerpo que las que pensaban que eran bellas.
Para Amistades Dove hicimos otras preguntas: ¿qué te gusta del cuerpo de tu amiga? Las respuestas eran muchas: abdomen, piernas, pechos, cabello, ojos, piel, no quedó parte sin admirar. Esto planteó la cuestión: ¿por qué vemos tan fácilmente la belleza en nuestras amigas y no vemos la nuestra?
Creemos que animando a las mujeres a construir una relación positiva con la belleza podemos ayudar a que alcancen su máximo potencial para llegar a la felicidad, la seguridad y el éxito. Piensa en todo lo que podríamos lograr si la baja autoestima y la mala imagen corporal no nos detuviera. La verdad sobre la belleza: revisada comprobó que todavía hay mucho trabajo por hacer para reparar la relación que tenemos con la belleza y que es sumamente importante que lo hagamos. Todos podemos hacer una diferencia: les pedimos a las mujeres que aporten su grano de arena para mejorar la seguridad en la belleza y cambiar ese 4 % a 100 %. Juntas podemos cambiar la forma en que percibimos la belleza.
