Monica Cummings
Ser diplomática implicaba controlar las percepciones en todo momento. Usaba vestimenta bastante femenina en la base militar. Era una inadaptada elegante y me decían que no pertenecía allí. Así que trataba de vestirme lo más desaliñada y corporativa posible y usaba ropa que era para alguien mayor que yo. Esto era mientras trabajaba, fuera del lugar del trabajo usaba lo que quisiese. Pero en el trabajo usaba perlas y conjuntos solo para ser aceptada. Olvida el maquillaje. Sé conservadora.
Soy pequeña y tengo cara de bebé. Al trabajar en zonas de guerra como Libia o Irak, era bastante difícil como mujer superar el hecho de que era más pequeña que todos. Ser pequeño significa que no impones presencia, la gente asumía que era pasante.

Esa sensación afectó mi visión de belleza. No puedo tener mi cabello rizado o voluminoso porque siento que representa la niñez, aunque prefiero llevarlo con mi textura natural. Lo aliso totalmente. Un labial intenso también ayuda. Pienso que tomamos como referencia el aspecto de mujer fuerte de personas como Hillary Clinton. Si quieres lucir mayor y que te tomen en serio –imponer presencia– esas son las referencias que debemos utilizar para impulsar nuestra confianza.