No tenía eczema en el rostro hasta hace tres años y ha sido algo bastante difícil con lo que lidiar. Cuando estaba en su peor momento, tenía que usar un sombrero y anteojos para ir al supermercado, e incluso en ese momento las personas se quedaban mirándome. Durante un viaje a Cuba tuve un episodio importante en el que mi rostro se llenó de ampollas, y unas señoras mayores me dijeron preocupadas, "¡debes usar protector solar!", Ese fue un buen momento para mí porque me di cuenta de que no es tan malo como parece, incluso es probable que solo parezca una quemadura de sol.
De hecho, cuando viajé a Francia para un tratamiento, las personas se acercaban y me preguntaban qué estaba pasando. Siempre es mejor preguntar si sientes curiosidad. Si las personas estaban interesadas, era una forma de comenzar la conversación. Los medios de comunicación pueden ayudar con eso. Como por ejemplo, lo que hacen con las modelos, al mostrar cosas como la celulitis, ya que a la gente le encanta eso. Porque mostrarlo es la forma en que puede convertirse en algo normal.
La piel es una parte muy importante en la confianza de una persona y, en ocasiones, el eczema derrumbó la mía. Pero, cuando una ha recorrido un camino tan triste, valoras todavía más los momentos en que tienes la piel sana. La confianza que el eczema te puede arrebatar, la puedes recuperar a un nivel todavía mayor en los días buenos.