Quizá tus hijas no sean los bullies, pero sí han sido "testigos mudos", lo que significa no hacer nada cuando ven que están molestando o acosando a otra persona. Tal vez crean que hacen lo correcto al no intervenir, y por eso es importante enseñarles que, si desafían al/la bully en lugar de guardar silencio, pueden detener comportamientos perjudiciales.
En muchas situaciones, los testigos mudos son quienes "favorecen" que ocurra el bullying. Su comportamiento puede incluir:
• Participar, burlarse o reírse de algo a pesar de saber que está mal
• No oponerse ni atreverse a decir algo si son testigos del bullying
• Ignorar a la víctima durante o después el bullying, y no ofrecerle su apoyo
• No pedir ayuda a un maestro o un adulto cuando es necesario
¿Por qué las personas se convierten en testigos mudos del bullying?
Enséñales a tus hijas que pueden detener una situación de bullying o evitar que ocurra, y que sus acciones harán la diferencia. Desafiar a un bully no es nada fácil, así que no les hagas creer que lo será. Salir del papel de testigo mudo para detener el acoso también es difícil, pues requiere valentía y mucha autoestima.
"Presenciar un acto de bullying hará que tus hijas se sientan incómodos e inseguros", señala la Dra. Nancy Etcoff, psicóloga y docente de la Universidad de Harvard. "Diles que tomen en cuenta lo siguiente: ¿te haría sentir mal alguien realmente te da su amistad?"
Hay más de una manera de detener el bullying
Para las jóvenes, saber que pueden tener un impacto en la situación y que pueden mejorarla es motivante. Les da importantes lecciones de vida y les ayuda a desarrollar confianza en sí mismas.