Hannah, 29 años, fotógrafa
Hannah se mudó de casa desde los suburbios de Colorado hasta el bullicio de Philadelphia para tener una vida con mayores desafíos, pero nunca esperó que los piropos y el acoso callejero fueran su mayor reto. Los comentarios tan vulgares que ella oía en la calle cada día la ofendían, así que decidió hacer algo al respecto: se alzó en defensa de sí misma y de todas las mujeres que sufrían lo mismo.

Después de haber recibido tantos piropos vulgares, Hannah decidió dirigir la cámara hacia los antagonistas para que pudieran ver y sentir lo que ella sentía. Su serie de fotos se volvió viral y recibió comentarios positivos de las mujeres de todo el mundo.
Aun cuando vinieron hombres a tratar de justificar sus piropos y acoso, Hannah permaneció firme y siguió dirigiendo su mirada hacia ellos. Su cámara se convirtió en su herramienta más poderosa, ya que logró volverla fuerte en esos momentos en que se llegó a sentir vulnerable.