
"No crecí viendome como alguien más. Soy mitad jamaicano, mitad inglés y las princesas de Disney con las que jugaba no eran como yo. Perdía horas tratando de cambiar mi apariencia pensando que me encajaría de alguna manera. Es extraño pensar que en el momento en que acepté quién era yo, fue cuando me di cuenta de que hay demasiada presión para encajar en una forma de belleza. Cuando estás feliz, cuando sonríes, no importa lo que traigas puesto, eso para a mí es hermoso." - Shakia, 28