Pero en realidad ella no vio esto como un problema, ya que el amor propio y el apoyo de su familia la ayudaron a tomar el vitíligo como algo normal. Un día después de conocer la historia de la primer modelo con vitíligo Winnie Harlow, sintió el impulso para avanzar con su carrera como modelo, que hace unos años había empezado pero que había dejado a un lado.
Así que se llenó de confianza y la retomó para demostrar que no existen los estereotipos y que no hay límites que la detengan para hacer lo que le gusta.
Actualmente Leidy ha trabajado para varias campañas y apoya aquellas que transmiten el empoderamiento de las mujeres por aceptarse como son.